ALONDRA DE LA HIERBABUENA HERIDA
A Paquita y Salvador
Que corran pronto doctores,
que no se tarden, que vengan,
que una oruga le ha picado
el tallo a mi hierbabuena
y se me muere de olor
de los pies a la cabeza.
Ve y tráelos en volandas,
aire de piernas ligeras
que te lo piden por mí
la salvia y la madreselva.
No le des tiempo a afeitarse
ni a mirarse las muñecas
a ver si el día ha salido
por su reloj de pulsera.
Que todas sus verdes hojas
se están poniendo muy yertas
y sus lamentos me están
doliendo en las venas.
Decidles que se ha prestado
el incienso y la alhucema
a una transfusión de aromas,
si el caso lo requiriera.
Decidies que vengan pronto
a curar mi hierbabuena,
que todo el campo está triste
llorando a su mejor hierba.
Que si se muere, este año
no saldrá la primavera,
ni se casará la alondra,
ni celebrarán su fiesta
los dragos y los arroyos,
los lirios y las hogueras.
Que corran pronto doctores,
que no se tarden, que vengan,
que ya sus hojitas verdes
se están muriendo en mis venas.
Pedro García Cabrera