AISLOTAMIENTO
Piedra tiranizada en el intento
de esbozo de campana, en cuyos bordes
se cogen tus caderas de la mano,
jugando al corro tus crispados pliegues
sobre las catedrales sumergidas.
La cámara del aire transparenta
el nudismo integral de tus veriles,
de tu trompo al revés, que desordena
los torsos de las olas en quejumbres.
Sin alas no hay rumor ni vibraciones,
y por ti no palpita ni una vena,
oh corazón varado en las orillas
de la luna de mármol del silencio.
Pedro García Cabrera