LIQUEN 43
La tarde le puso al mar
una camisa de fuerza
hecha con aire dormido
y aplicaciones violeta.
Tres ventanos triangulares
vestidos de luna nueva
ponen tres acentos finos
sin el amor de las letras,
en la página miope
que alfombra la tarde hueca.
Hay unos cambios de luces.
Y cuando crecen las velas
el día, sin saber cómo,
se estranguló en una ojera.
Pedro García Cabrera