LIQUEN 40
Por el bolsillo azul del horizonte
asoma una torre negra.
Su pie —cilindro—
en la boca —estribo—
de la chimenea.
Y su esbeltitud en la tarde
que naufragando en colores
abanica las palmeras.
Amazona de la brisa,
una nube
hecha de un tajo de ojeras
hacia la torre, en deseo
de amante joven
a marinero que llega.
Hay un palanquín redondo
y hay unas cortinas negras.
Pedro García Cabrera