SONETO
V
Al otorgar el signo y el sentido,
tu esencia oculta en el amor depara
una inédita luz, toda una rara
presencia del mañana prometido.
No vives en el tiempo, eterna has sido;
quien en ti se encarnó, en mí dejara
nueva rosa perenne a la que atara
el misterioso amor apetecido.
Vencedora del tiempo, en cada ocaso,
prosigues sin pasar, río y camino;
ideal y verdad, ansia y fracaso,
certidumbre y mujer, ley y destino;
vino de sed, y perdurable vaso;
vaso trizado, y perdurable vino!
Pedro Prado