PODER DEL AMOR
No sé si pienso en algo o bien en nada.
En puntillas se van las horas calladas.
Duerme mi voluntad y duerme mi conciencia
Y libran mis manos de toda extraña influencia.
Y mis manos se mueven como seres vivos,
seres que parecen ajenos a mí mismo.
Yo las miro hacer y luego no las veo
que de nada me sirven los ojos que llevo.
* * *
Heme vuelto en mí. Ante la vista tengo
diseño de la amada por mis manos hecho.
¡Oh, poder del amor, aún cuando no pienso
vive entre mis manos su recuerdo!
Pedro Prado