TRANQUILIDAD
Es de noche
en la habitación inhabitable
de este hotel.
Enfrente
el mar centrifuga en la playa;
el viento llama
rítmicamente
golpeando la puerta
contra el pestillo.
La Naturaleza advierte
de su persistencia
aquí solo,
a oscuras
y la compañía es buena
sabiendo que el mundo
está todavía por hacer.
Tomás Díaz Cuadrado