A CARMEN GLORIA QUINTANA
Es aquel Sauce enredado en mi alma
el que ha llorado?
O es que la melancolía de tu silencio
se ha cruzado en mi camino?
Viniendo a mi tus lágrimas
como perlas sin retorno
de aquel manantial infinito
de purísima riqueza
/ Ay / muchacha inmensa
que caminando con tus heridas a cuesta
te levantas a cada segundo
majestuosa en tu dolor
porque eres altiva
Vas mostrando con orgullo
que eres de madera y de hierro
de carne, sangre, hueso y estirpe
cimientos eternos de tu raza
que jamás fue vencida
Porque aquella túnica ardiente
que te ciñeron por mortaja
en aquel segundo esquizofrénico
se transformó en albóreo escapulario
Como un grito sin razón
como un dedor acusador
recorriendo parajes, piedras y ríos
derribando las murallas del ayer
nos quedamos mudos al verte pasar
Y un silencio de luto y frío
nos cobija y nos duerme
las lágrimas ya no existen
estan secas sus vertientes
Montarás tu victoria
en corceles de lluvia y plata
llegarás en tu nube de grito y llanto
corriendo por calles y pueblos
por casa y choza
por hombre y hombre
Y vendrás como torrente
de lluvias marginales
con tu finísimo hilo de oro
a bordar la nueva historia
de aquellos que vendrán
Andando hoy con tus heridas
vienes trayendo fertilidad
a los ojos del moribundo
Ojos de espuma clavados
por dos sombras arrancadas de tu mano
Fertilidad y canto
en el mañana que comienza!
De tu corteza terrenal
modelada por los artesanos del apocalipsis
fluyen de ti, hoy, sentimientos como piedras
y una gota de amor trae a ti... la vida
la vida
Simón Reyes