ESTABA DORMIDO YO
A Mariano Palacios.
I
Estaba dormido yo
como duerme el Océano en el fondo del río,
lloraba en mi la vida el principio de ser mar como negando el
vacío
al que derramaban todas las aguas del mundo en ser ríos y
ríos
que van a llegar
a ser mar.
¿Qué sería del mundo, del hombre y de la vida
sin agua? Sería
como una realidad sin mente, como energía sin materia.
¿Qué sería de la gran maza de fuego y tierra que
es el mundo
sin los mares?
Oda al mar que se sostiene de las globales lluvias,
del llanto de todas nuestra vidas mortales
minerales, vegetales y animales.
Loa a quien nos alimenta
desde las tormentas
el agua que llora en todas las grietas y montes del mundo.
II
A ahora es que despierto,
como la tromba que traspasa la noche en luz
hecha visión y lágrimas, como mi historia, convertida en andrajos
con los que me cubro yo de riquezas y sueños,
de fantasías y anhelos del mundo.
¿Qué será de mi
cuando yo no sea del mundo? —me pregunto.
¿Qué será de mis huesos, del muscular poder que hoy me sostiene?
Oda a lo que soy, a lo que fui y a lo que seré sin estar
aquí.
Porque de esa Oda es que existo en este hoy eterno
en que me pienso, siento, comprendo parte y entrego
entre lagrimas de lluvia
derramadas por sobre todos nosotros, los montes y mares del
mundo,
más allá de él y de mi mismo.
Sergio Verduzco