ASCENDER HASTA LA SUPERFICIE
Unos lloran el presente como cosa que perdimos todos.
Otros levantaban auroras de su desconsuelo;
como redención con dolor, ante la obvia descomposición,
que a todos nos producía el acaecer
de hirientes instantes
del fin
que presenciamos de la economía.
Así que
aquella victoriosa imposición
al fin
nos unió en protesta,
haciendo de nuestras voluntades unidad ecuménica,
en respuesta
—y como identidad para todos—
a la idea,
transformando en holismo al hombre-mundo;
esto en un adentro común
para los hombres todos
y de todas
las naciones del orbe.
De ahí nació el fondo en que todos tocamos fin.
Para vivir no quedaba sino impulsarse
desde abajo y para arriba.
Aventándonos con todas las fuerzas a la superficie
perdida al caer, del universo en nuestra existencia.
En tal secuencia de la existencia
hemos de ascender a la superficie,
o estamos perdidos
viviendo económicamente tras el dinero,
comprando y vendiéndonos cual bienes, para subsistir transando,
educados para obtener y penándonos para ganar;
¡conforme a máscaras y espejos del mundo y el poder
que ideamos o soñamos
para inventarnos a nosotros mismos!
Sergio Verduzco