La historia es una acumulación de tiempo
                                                  vivido por huestes milenarias,
surge del testimonio
transformada por el criterio en conciencia de cuanto fuimos.

Todos requerimos clarificar nuestra historia
porque la misión de la historia
              es dar al hombre una idea de si
y una visión del mundo.

Los valores de la Historia
              son la verdad y la comprensión,
su amor al Hombre.
La Historia no juzga: comprende,
perdona,
        enseña y aprende...

El Hombre es la figura de la historia
                                  buscándose por el tiempo.

En lo que llamamos credo
                la historia participa de cuanto decidimos,
empujándonos con su ser y de conciencia a ser
así verdaderos como humanos:
esto es comprensivos por amor a los hombres.

El hombre tiene el deber de estudiar su historia
para juzgar lo hechos y crecer sobre ellos en sabiduría.

Incultura es no saber que fuimos, ni lo que somos y como.
                                                  Eso es carecer de historia.

El encuentro consigo mismos
              es la comprensión histórica
y se efectúa
          ante la humanidad entera.