NACER A REINVENTARNOS
Cuando el silencio aguarda por su muerte,
en los linderos de La Historia surge La Verdad,
para proclamarnos, ¡liberándonos de todos los ayeres
que era necesario recordar
para reencontrarnos a nosotros mismos!
Recuerdo que al final de mi mismo,
rojo, como el horizonte
ya escuchaba el avance multitudinario del rencor y el odio,
adornando con la injusticia y el olvido al otro del capitalismo asocial.
Pero lo humano aún estaba por conquistar el corazón cósmico
del Hombre,
aguardaba a que la Historia alcanzara sus linderos con la verdad,
¡para llegar a esa conciencia de nosotros mismos
que abre el secreto de nuestra unidad!
Y que habrá de hacernos libres dando su lugar al mundo
y otro lugar, en la conciencia, a la armonía del alma universal
que da el pertenecer a un cosmos que nos hace uno y en ello divinos.
El capitalismo nacionalista y la economía como verdad
nos atrapaban en sistemas con injustos tratos, hijos
de históricos conceptos económicos de trabajo y utilidad.
El hombre real es un todo social
que todas las civilizaciones tienen por ideal de si mismas.
Su ausencia en la realidad del mundo creo tal pobreza
que el porcentaje del odio explotó en desolación y furia.
Será el momento de la locura manifiesta como realidad económica de la vida.
Pero esta locura manifiesta tronará las cadenas de nuestra mentiras
doradas:
del supuesto que el interés es la verdad como ciencia de la
vida del mundo.
El sistema estaba probado
por la realidad de las necesidades humanas
que implica existir...
Por lo que,
en competencia ante el sistema,
fueron devoradas por este todas las naciones del mundo
con sus hombres, sociedad y civilizaciones.
Y el ser del sistema fue la naturaleza del hombre mundo;
fue la ciencia económica de la vida en el mundo de naciones
e individuos;
¡El sistema fue la expresión del quehacer humano en poder
económico social
hecho capital!
Los que fueron salvos comprendieron ser esclavos de sus formas de pensarse.
Y aprendieron que
por la mente
al nacer nos reinventarnos como individuo y torcemos
la realidad de la esencia cósmica o social
en subjetivismo,
naciendo a reinventarnos
por objetivos
(en una vida de individuo persona -capacitación, consumo-conquista-
del mundo capitalista en el tercer milenio).
Sergio Verduzco