VII

Por qué duele tanto
El trinar de los pájaros
A las puertas de la primavera
Cuando no te veo a mi lado

Por qué no encuentro consuelo
Más que en una palabra amable
Que salida de tus manos
Mi retina invada

¿Por qué me vuelvo cobarde
Cuando tu sonríes?
¿por qué todo es irrisorio
si de tus labios no emerge?

Siempre espero tu sonrisa
Mimosa y juguetona
Que haga brotar en mi alma
Risa contagiosa

Deseo abordar el tesoro de tus labios
Juntos en esa mueca tuya
Que siempre me vuelve loco
Que siempre derrite mi corazón
Como enciende fuegos de pasión
Ocultos y calmados durante años
Que se dejan mover por tu silbido
Que se dejan calmar por tu mirada
Opalos de luna más que pupilas
Que vierten la nieve de las montañas
Sobre mi amargo pasado
Creando destellos que descubren el camino
El camino de tu corazón
De tu cuerpo y de tu fulgor
Estrella eterna de oriente
Que irradia luz jamás vista
Que atrae y ciega mi mente

Mientras espero sentado
Con paciencia marcial
La hora de decirte estas palabras al oído
Durante un amanecer primaveral
Me consumo por tu latir
Que deseo junto al mío
Me desvivo por esas lagrimas
Que brotaran de nuestros amores
Me hallo esclavo,
con cadenas en las manos
Hasta que vengas y me liberes
 de esta cárcel tormentosa
para poder decirte al oído
lo mucho que te espero