DESENGAÑO
Los días marchados
Del blanco pañuelo,
Izado en su mano,
Que me recibía,
Hacia el horizonte,
Lleno de tristeza,
Dirigí mi barco
Sin volver la vista.
Allá, mar adentro,
Con la mar a solas
Y escuchando al viento
Que lo conducía,
En algún momento
Me sentí persona.
¡Todo el puerto estaba
lleno de mentiras!
Pañuelo en el agua
Mi barco de vela.
Pañuelo tirado,
Que nadie cogía.
Pañuelo extendido
Que, al salir del puerto,
Había jurado
Que no volvería.
Rafael Dedi