EL CAMPO
Aquí arriba no tengo
Nada más que a la espiga;
Ancianos, que laboran
Los campos del recuerdo;
Cobijo donde sólo
Mi soledad habita;
El aire, sano, puro,
Y el plácido silencio.
Aquí arriba es abajo,
Según decís vosotros,
Pero yo no comparto
Los platicares vuestros.
Placeres y riquezas
Conozco a lo que obligan.
Aquí arriba es arriba
Por lo bien que me siento.
Respiro sus perfumes,
Escucho sus sonidos,
Camino hasta sus cumbres,
Retorno cuando llego;
Y espero que concluya
Mi vida en estos pagos,
Al lado del arado
Mis surcos escribiendo.
Rafael Dedi