LA CIUDAD
En cada país hay un lugar llamado Talca
y una iglesia de oro con ojos de paloma
kioscos soñolientos: revistas y periódicos
y muchachas sonrientes con el rostro cansado
Por las calles circulan vendedores de fruta
y alegres panaderos se aprontan a dormir
en lechos semejantes a enormes sepulturas
donde el amor espera sobre unos senos cálidos
El sacerdote cuenta las perlas de un rosario
y tañen las campanas para anunciar el alba
mientras los comerciantes conversan barren limpian
Automóviles pasan de prisa echando humo
y en la acera sonríen alegres secretarias
cuando los lustrabotas les lanzan un piropo.
Patricio Sánchez-Rojas
Incluido en Breve Antología Personal y otros poemas. Los Andes, Montpellier, Francia, 2000.