VIEJO MUELLE... QUERIDO!
Cuando te vi
como un gigante solitario
herido
no pude contener mis lágrimas
Y me remonté como en un sueño a tantas historias
de muertes tristes
y amores bellos
A una infancia de "restinga" en el verano
A la "zorrita" que nos llevaba a la escuela
Al tren gritón incansable con su carga
y al "autovía" en el que viajaba feliz pero...
(aún rememoro la tragedia de aquél día)
A la aventura de ir en barco en la lanchita
trepando por la "escala de gato"
o bajando en el "cajón" hasta la "chata"
El sol parecía deshilvanarse mas tranquilo en aquellos tiempos
acariciando a los lobos somnolientos
jugando con gaviotas y toninas
saludando a los cardúmenes de peces
(inundando mis ojos de hermosura)
En tanto...
¡Cuántos hombres!
¡Cuántos!
La piel engrosada de salitre
Los rostros golpeado por el frío
Las manos gastadas de viento y de tormentas
Dejaban todo
para ir a atracar un petrolero
(no había navidades ni años nuevos)
¡La vida dejaban!
¡Sus almas y sus cuerpos!
Envejeciendo de apuro
a fuerza de sacrificio
de alcohol
de esmero
Rudos
Nobles
Ingenuos
Amaban el mar y su trabajo
nutriéndose de océano
(mi padre estuvo entre ellos)
Ya antes se había ido el barrio
de cuajo quedó deshecho
(y una flor que yo amaba se llevó el fuego)
Viejo muelle... querido
Sé que estás lastimado
Pero si sabes lo que está pasando
no mires
Dejá tu cabeza hundida
(total, siguen usando tu esqueleto)
Todo ha cambiado
¡tanto!
A tu gente la están yendo
con un sabor amargo
y el corazón lleno de pena
(sobremuriendo)
Para ellos
Para vos
son estos versos
Y aunque en este cruel naufragio
haya que seguir con los remos
ni el tiempo ni las cenizas
podrán
tapar
mis recuerdos
Miguel Ángel De Boer