¿Por qué me obligas a pensar en ti,
Si sabes que no sé corresponderte
En la medida que exiges de mí?
¿Por qué me obligas a querer poseerte,
Si mi abúlico ser no alcanzaría
La mitad, que sería conocerte?
Con gusto me desembarazaría
Del yugo que me ha puesto tu mirada,
Mas siento que sin él me perdería.
Me asedia la tortura de la nada
Que en esta tierra de nadie es estar
Entre tu idea y tu materia amada.
Me intimida, alejándome de actuar,
La intimidad a que calladamente
Me invitas, arrastrándome a pensar
En mí, pensando en ti, contigo ausente.
Miguel Barciela