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Pensé que no era posible ser iluminado
Y menos por las alas gráciles de un ángel
Que llegó a mi muerte a resucitarla
Y hacer que a mi cuerpo regrese el alma.
Pensé que el amor era un desierto
Sin gotas de agua en su ardiente arena
Así vivía mi corazón en pena
Hasta que llegó a mi vida tu sonrisa eterna.
Ahora vivo en un mundo hermoso
Y así viviera en un infierno, monstruo
Oscuro y frío, sin calor ni sombra
Si es contigo hasta la muerte sobra.
Te amo tanto, más que a mi vida
Eres la tinta que mis versos plasma
Y tu lienzo puro los recibe en marcha
Y mi alma blanda ya no triste aguarda.
La vida misma dibujó tu nombre
Y por ti mi corazón hoy canta
De alegría eterna, mi reina encantada
Sin ti mi vida...
...Se reduce a nada...
Micky Bane