LLAMANDO A LAS PUERTAS DEL CIELO
¡Mírame!
Estoy llamando a las puertas del cielo
arrugada y mal nutrida
como las vértebras de un galgo.
Mírame. Ya me ves
sacudiendo el portón con las ganas
de una bestia en cambio
llamando y llamando
con inerte vida en alto.
Necesito a alguien.
(Knock, knock), tú,
tú mismo.
Golpea
silencio
escucha.
Alguien se acerca.
Maeve Ratón