CATALINA
Un día sabré que no eres eterna,
que no exhalas lavanda
ni es miel tu sudor;
que tu piel no es canela
ni tu cabello jazmín.
Sabré que no naciste para mí,
que tus manos no crean mi mundo
ni tus lunares mi cielo;
que tu caricia no pone el sol
y que tu risa no es dueña del tiempo.
Sentiré al fin la infinita pena,
la soledad de los astros y
la impotencia del mar ante la luna.
Sé todo esto
con la misma certeza
de que ese día
no tendrá ocaso.
Luis Deganis