PARA VIVIR
Me aferro a lo pequeño
lo diminuto, lo signicante
de las partículas del tiempo
que, como el aire
Son sin verse.
Del beso tomo el roce
de la caricia, el viento
me aferro a lo que sólo tengo
que decae.
Y sigo, y persisto
continuo en el frío
de la inmensidad
y el vacío;
mi amante.
Lucía Muñiz