LA SUERTE DEL SUFRIDO...
Oh Jesús mío
Dueño del universo
Perdona todas mis faltas
Y exímeme de pecados.
Que si miento por la mañana
Al llegar tarde al trabajo,
es por culpa del tranvía
que se atascó en la gran vía.
Es por tener un patrón
que aguarda siempre al acecho,
que quiere que todos sellemos
puntualmente a las ocho.
Y si me quedo dormido,
o se me tuesta el biscocho,
le importa más un comino
que si me embuten en el camino.
Y si veo el plato ajeno
más lleno de pepitoria,
no por causa de mi envidia
sino de la hambruna perpetua.
Y si ambiciono escarpines
y se me quiebran los ojos,
es que no aguanto los callos,
ni los clavos de mis zapatos.
Pero el domingo en la misa,
siempre rezo fervoroso,
aunque padezca de olvido
a la hora de dar limosna.
Es la suerte del sufrido,
del que nada ha tenido,
del que sueña con tener,
lo que tú le has prometido.
Leopoldo Peña del Bosque