PARA UNA ROSA DOLORIDA...
No quisiera preguntar de más,
al intentar sanar esas heridas del alma.
Existen penas que quisiera respetar,
y que nunca he de tocar, porque solo el tiempo es cura.
“Malvado que a flores y almas hiere,
su perfume y virtud no trunca”
Así como el aroma de la rosa nunca muere,
la virtud en tu alma jamás extingue.
Que si por ventura el cerdo se perfuma al rondar la rosaleda,
Conserva por momentos su fragancia, pero jamás tu
compañía.
Leopoldo Peña del Bosque