TEATRO
Despertó fruncido
Mi ceño,
¿Quién apostaría
Sobre mi
Ilusoria felicidad?
Si subyugo mi existencia:
A los estrechos asfaltos,
A las cansadas lozas,
Al café humeante,
Y a las circunstancias
Que a diario, agotan,
El ya escaso oxigeno,
En los pulmones
De mi alma.
30/10/06
Juan José Durán León
León Dalú