ESPEJO DE CATEDRALES
El Tormes, de catedrales espejo,
hasta la vieja aceña se ha acercado
sin levantar la voz y con cuidado,
observando entre el vuelo del vencejo
el dorado color del oro viejo.
Y las torres que en él se han reflejado
despertando los ecos del pasado
han parado las aguas del cortejo.
Ha llegado después hasta la puente
y entre tanta belleza obnubilado
su corazón sufriera desvarío.
Ha reunido consigo a la corriente
y mirando hacia atrás ha contemplado
la catedral peinándose en el río.
Luis Calama Rodríguez