A SU MEMORIA
Dormiré en sus senderos
y perseguiré sus huellas
por caminos y praderas
Descansaré en sus valles
y andaré por sus llanuras
atravesaré sus montes
y vadearé sus ríos
Me extasiaré mirando
el verdor de sus valles
y el lejano gris de sus montañas
Recorreré, descalzo, sus simétricos prados
y gozaré del ruido del viento
en los profundos barrancos
donde sólo se escucha la nostalgia
Habitaré en su casa
dormiré en su cama
miraré desde sus claras ventanas
el resplandor rojizo del Ocaso
Cuando, fugazmente, la tengo frente a mí
comprendo lo que siempre ignoré
y cuando, de nuevo, se borra su rostro
desdibujándose como la niebla del otoño
en la soledad... ¡lloro en silencio!
Será como ella...
y la persigo desde siempre
¡al final! confío en encontrarla
pues su presencia me dará la paz
y sólo su nombre
iluminará mi vida
¡Oh blanca Sabiduría!
a ti nunca podrán reconocerte los soberbios
y los poderosos se morirán sin ver tu rostro
Amiga Sabiduría
quiero ¡para siempre!
tenerte cerca
comprender tu esencia
saber que el amor, la paz,
la felicidad
no son pura entelequia
Julio Biosca