SONETO A CÓRDOBA
II
Tienes la hidalga sobriedad hispana,
Amores hondos, vinos bien curados,
La palabra y el gesto fiel, pesados
Antes de hablar...¡por algo eres romana!
Arabia por gentil, te ha hecho Sultana
De un Occidente que has iluminado.
Los plateros, de aquel cielo estrellado
Copiaron su más pura filigrana.
San Rafael vigila en las alturas...
Hasta el Guadalquivir llegan las puras
Auras de sierra convertida en flor.
Y en la soledad de siglos abrumada,
Córdoba duerme y sueña, esperanzada,
Con la vuelta de algún conquistador.
Juan Morales Rojas