SONETO DE OTOÑO
Ya baja de los pinos la frescura
Que húmedo ardor refresca de la mente.
La pimienta se mece tiernamente
Y se columpia en fronda verde y pura.
Amarillea Septiembre en la espesura.
Vuelan abejarucos en la fuente.
El arroyo murmura en su corriente.
Otoño, apafuegos, se apresura.
Y pactará, rendido, al que bravío,
Al campo con sus rayos de oro aterra
Y arrasa bosques, loco del estío;
Refrescará su aliento al fin la sierra.
Y el Invierno aún lejano en desafío
De nuevo lanzará sobre la sierra.
Juan Morales Rojas