POEMA PARA ESPERARTE EN ESTE BANCO DE MADERA
A este banco de madera le harán un monumento
cualquier día.
Aquí, donde esperé sentado a que volvieras,
estrecho y solitario de tantas primaveras,
lleno su cuerpo de melancolía.
Aquí, donde sueñan, a veces, rayos plenilunios,
y gozan de placer los amantes de esparto.
Aquí, donde no lloran los sauces de la estepa,
y no escriben las rosas para no hacerte daño.
Aquí, donde tiritan los duendes de la esencia,
donde el amor se funde con la pasión de entonces,
donde las hojas del otoño nos abran una puerta,
y a cal y canto pasen los astros de la noche.
Juan Miguel Melgar Becerra