TU ÁNGEL DE LA GUARDA

Yo soy, en este mundo, tu ángel de la guarda,
te llevo de mi mano, casi siempre,
te abrazo con un verso, sin palabras,
pero tú no lo sabes, pequeña, que lo soy.
Tú quieres que te escuche, sin remedio,
que sea aquél amor, que no fue tuyo,
pero yo vuelo sobre tu cabeza,
y escribo tu presencia en cada rosa,
y nunca dejaré que tengas miedo.
Yo velo, con mis alas, tu recuerdo,
tu sueño es la esperanza de mi noche,
no tengo prisa porque tú me quieras.
Los ángeles custodios no soñamos.
Te mido en la ternura y en la risa,
como si todavía fueras una niña,
te enseño a examinar en el amor,
cada palabra que tu boca vierte.
Por eso, tienes el corazón tan puro,
y los ojos de nácar. Eres como la tarde,
como el jardín donde el amor se espera.
Te adoro porque serás mi compañera terrenal.
Yo soy, en este mundo, tu ángel de la guarda,
perfecto, complaciente, romántico y sincero.
Te escucho en el vacío y lloro por tu calma.
Nunca sabrás, amor, lo mucho que te quiero.