GRANDIOSA CREACIÓN
Majestuosa esperanza que ostenta la vida en presencia del engendro solsticio;
Que por nubes primitivas, —cuales santísima vanidad lucen sombrías las caricias del viento—; corroen el celo y la furia,
Empobrecieron por vez prematura mi alma de cielo, de credo y postura.
¡Hey! corrientes marinas... que anidaron entre océanos, cuerpos y deseos de piel salina,
Excelsas poblaron orillas de tesoros y cuentos, en gracia a vuestra constante mesura;
...Cuan ungüento disolvió el sol sobre tierra amarilla, para deleite de ciervos y hienas,
...Cuan metáfora adaptativa a cerros y estrechos, repercutieron en el infinito placer de viajeros;
Con todo y aleluya, confié mil cegueras por una noble rima apostada...
Que el templo surtía cuando de pronto encanto, la raíz de la flor marchita, gozaba cual ferviente amnistía...
Entonces, suntuoso placer agolpaba la brisa nocturna;
Ajena al miedo por presunta desgracia, vigilaba en su guarida, la redención de la alborada...
Silueta perfecta concedióme el Creador...
Entre mares de luz, desvalida descansa la niebla matutina;
Orando permanencia entre ríos, mesetas, colinas y llanuras.
El cantar de un Ruiseñor, eleva flotando su magia, las
melodías que alguna vez visitaron mi puerta,
Contagiando jardines florales, acantilados y roqueríos, con mantos de lino cubiertos de Sol y Luna...
Cruel atardecer, Señor de la pasión y la amargura, que inclinaste tus hombros en el horizonte lejano,
Alimentaste mi alma plena de sueños limpios y arcanos...
Sin embargo la gloria la encontré abajo; en la arena minúscula,
Húmeda y sencilla...
Arena que degustaba la fría bienvenida de la espuma oceánica,
Dejando belleza y armonía en mi ilusión de vida...
José Luis Cárdenas Saldivia