Son tres y cuarentaicinco,
tiempo del tiempo
que pasa lentamente,
como bocanadas de humo,
que nos envuelven en sus tramas.
Quiero verte en mentiras
para entender el tiempo,
quiero sentir tu roce
como las horas
tan suavemente sin parar,
bocanada de destino
que envuelve las sensaciones.
José Botto