SPLEEN
Con un tenedor es fácil amar la arena delgada,
escribirnos en su página con el surco de los años.
Salimos del mar como de una virgen encinta
y la nostalgia nos delata, nos viste con el traje
holgado de las ausencias, su sombra nos corona.
A la tarde buscaremos carne de corsario
soñando en las conchas, habrá medusas dormidas
o velos de novia muerta rondando tu melancolía,
peces rápidos con rúbricas de chafarote, sales dulces.
Pero ven, hablemos del tiempo extraviado en las caracolas,
del sol muriendo su membrillo en la red de las arañas.
Ahorra el silencio que nos sobre en la bolsa de un beso
y mira, mira a lo lejos la iguana de la vejez aguardando
su reinado en las roquedas de los naufragios.
Jesús Jiménez Domínguez