QUISIERA SER ESCULTOR
Quisiera ser escultor
y sobre la gélida piedra,
esculpir todo el calor
de tu imagen verdadera.
Una Venus imperial,
la más imperecedera
que desde su propio altar
el mundo vano contempla
sin que el paso de los años
varie tan solo una mueca.
Monumento a lo divino,
monumento a la belleza,
homenaje del candor,
en piedra de la más densa
a un instante de amor;
de esa humana consistencia
que deja huella a su paso
de la forma más eterna
a pesar la brevedad
de su paso por la Tierra.
¡Dios!¡cómo quisiera yo
tu vida por mi existencia!
Javier Ponce y Mora