DOS SEGUNDOS
Atascado entre dos segundos,
entre el tic y el tac,
me encuentro paralizado
en el preciso instante
en que tus ojos
expectantes
vieron dentro de mí.
No sé quién,
pero dudo que yo,
fuese capaz entonces
de burlar el
dolor de ayer o
el miedo
de ningún mañana,
por besar tu mirada
con la inocencia de una sonrisa,
que hace tiempo
creí enterrada.
F. Javier Gil Segura