PESO LUEGO EXISTO
Que pesen sobre ti los días,
no hasta hundirte en la tierra,
sólo lo suficiente
para que no te arrastre
el primer soplo de viento.
Que pesen las manzanas de Newton
y que se atraigan los cuerpos
y graviten los astros
en nuevos amaneceres.
Que pese la primavera
sobre las estaciones,
para que sufran
de hipocresía los desengaños.
Que pesen los eneros
sobre los inviernos,
para que no olvidemos
otro año que espera.
Que lo importante
es pesar sobre la tierra,
no pesar mucho, ni pesar poco,
tan sólo pesar.
Javier Pérez-Ayala Huertas
Del libro Ese rostro casi violento, Javier Pérez-Ayala (1997) (ISBN.- 84-935080-6-3)