A MI AMIGA
Tantos años mi existencia a tu lado se ha sentado,
que ha aprendido mi corazón a latir al mismo ritmo
que cada uno de los pasos que vas dando en tu camino.
Y serán los años sólo el pasar de fríos
inviernos,
y serán los días sólo dolores de amargos recuerdos,
pero todos los pesares más leves se me antojan
si te quedas a mi lado mientras la tormenta explota.
Y al pensar en mi amiga, hermana,
que tanto , tanto he querido,
sólo puede brotar una sonrisa en mis labios
y un profundo agradecimiento por todo lo compartido.
Si la distancia hace el olvido,
el cariño hará el recuerdo,
pues no sabrá mi corazón
poner fin a esta amistad
que sólo dios y los ángeles
nos quisieron regalar.
septiembre de 2002
Irene Martínez Moreno