KATRINA, EL HURACÁN DE LA MUERTE
Envuelta entre vientos huracanados
llegó la parca con fuerza despiadada
arrasando a su paso en los condados
sueños y vidas en trágica jornada.
Ella en su seno gran dolor traía
envuelto en sombras de amargura
para acabar a su paso la alegría
y mostrar con sonrisa su locura.
A su paso dejó antorchas apagadas
en caminos que van al cementerio
recubiertos con flores deshojadas
en medio de terror y de misterio.
Hoy en la tarde con postreras luces
solo se siente el tic tac del tiempo
que nos dice en medio de las cruces
que la vida es un sueño y solo un sueño.
Héctor José Corredor Cuervo