LAS MARIPOSAS
En estambres del cielo suspendidas
entre rayos del sol, en el ardiente estío,
Se ven danzar las mariposas fugitivas
Con las canciones que interpreta el río.
En sus frágiles alas y diminuto cuerpo
Cargan oro en polvo para pagar el néctar
Que liban de las corolas en el huerto
En silencios donde amor encuentran.
Son como flores del aire majestuosas
Que pregonan verdad en la existencia;
Mientras lucen tan bellas como rosas
Ellas muestran de Dios omnipotencia.
En su paso fugaz y alucinante
Dejan tras sus huellas la enseñanza
Que es mejor vivir un solo instante
Fecundando la flor con esperanza.
Ellas liban la miel de los recuerdos
En los jardines de amor y fantasía
Para endulzar la fe de los abuelos
De convivir en paz y en armonía.
Héctor José Corredor Cuervo