XXIV
Siembro sólo una sílaba:
la estación la devuelve
transformada en madera.
Otro año que declina. Y se alargan
las uñas en los dedos de los muertos.
Tan dentro está Dios que apenas se siente,
como no se siente el pie ni la mano
que no horada una llaga.
Tengo esta voz menor
que apenas crece un palmo,
como hierba en la sombra.
Guillermo Pilía
Incluido en Antología poética (1979-2000).