ZONA INTERIOR
A Andrés Sabella, en la amistad y en la poesía
I
Cuatro corolas firmes en la sombra
y en el extraño corazón desnudo
una gaviota obscura y sus miradas.
Perfil de soles en la estancia hundida,
y en un camino que desciende inútil
la estatura del árbol y el latido.
Todo camina en fin de acero y llanto,
presagio de estaciones imantadas
escarceos de luz de mares solos.
Sal de la lluvia apenas presentida
sal de la tierra apenas ignorada
y en dudas que agigantan el suspiro
una zona de muros y de estatuas:
Sabe una rama hacerse agua marina,
sabe una hoz desentrañar el viento
y una esperanza muere siendo espina.
Gladys Thein