DESTINO I
El cielo encierra y abraza el crepúsculo;
El color de tus ojos; de tus labios calientes:
Vive todo en mi pensamiento.
Un amor profundo: en pasión desenfrenada.
Se deja caer una gaviota, acariciando el sueño
Cumpliendo una pasión moribunda.
Se arrastra la corriente; al mundo prometido
Sin guía, como una barca: sin timón.
Mariposas que acarician el cuerpo;
Emerge del alma, la penumbra de vida.
¡Oh soledad! enquistada en Dios:
¡Qué luz!, se guían a ese destino.
Gian Nonino