SONETO EN ALABANZA DE LAS OBRAS YA IMPRESAS DE DON ANTONIO DE SOLÍS
El Cisne, que en el monte vi partido,
es de sus cumbres dos, nieve canora;
la prensa ocupa, en que gimió sonora
la estampa de su canto repetido.
De la tinta la noche ha competido
gorgeos, que saludan a la Aurora;
pues del ave que canta, o tierna llora;
los metros despertó en acorde nido,
Filomenas imprime, en quien respira
la cítara, a quien debe excelsas palmas
la cumbre, donde el eco hablando espira:
Mas qué mucho, sí el cisne en dulces calmas;
tanto afinó la pluma, que en la lira
pulsó conceptos, y sonaron almas.
Francisco Bueno