Si Dios envía un día de estos mi niña,
Cuanto amor sentiré, cuanta alegría
No sabe cuanto y como te amaría!
Si el no lo sabe, el se lo preguntaría:
Te llevaría de la mano al templo,
A jugar a la casa de tus abuelos,
A contemplar conmigo los cielos;
A acariciar a todos los perros,
A la provincia, también al centro.
Al circo, al teatro, al museo.
Al cine a ver todos los estrenos,
Y a que comieras de todo lo bueno,
En la primavera, tu iras al Colegio,
Y ya en la noche, a ver tus sueños,
Y ya en el día, a ver tus juegos,.
Te llevaría yo, tan de contento,
Que te daría a ti todo mi tiempo;
Y correríamos de cara al viento,
Para que veas en todo momento,
Que serias tú mi amado tormento.
Si Dios envía un día de estos mi niña,
Cuantas cosas bellas yo le diría,
Y cuantos besos le prodigaría,
Si él quisiera enviarte por fin algún día....
Para mi hija.
17 de julio de 1999
Fernando de Jesús Espinoza Caballero