Manos apretadas, ojos curiosos,
cuerpos sin ropa, sábanas revueltas,
risas nerviosas, amor a raudales,
pelo alborotado, rodillas frágiles,
caricias intencionadas, placer mortal,
música de fondo, y mi amor y yo solos,
mirándonos el uno al otro, como si
yo fuese ella sin serlo y ella yo encontrándose.
Felipe Evaristo Gómez Pescador