ÁNGELES HERMÉTICOS
(A César Dávila Andrade)
Inyéctanos mercurio para hallar en morada
al demiurgo que sella el fracaso del espacio
y abre sin rasgar los cuatro sellos de las almas.
Coágulos de azufre viajan desesperados
por nuestra oscura mística de ángeles herméticos
e inalterables como antiguos relojes exactos.
Pulveriza en un instante la roca del cielo
y acércanos la sal que tus versos han creado:
contemplaremos cómo el infierno engulle al tiempo.
2013
Estanislao M. Orozco