Para que no insistas en esa forma de mirar el mundo
lejos de cualquier ventana
queriendo parecerte a ese intruso que cubre sus instintos
y cuando ya no brilla vuelve a sus viejos juguetes
mientras el viento silba distinto
y el ayer como nunca se viste de hoy
tendrías que saber primero que todo lo que no provoca
atención
en el observador, prevalece.
R. Arturo Espinoza Neyra