ELEGÍA AL PERRO DE UN AMIGO
A ti, Arán, a tan noble perro,
A ti, que al invocarte Eco hace honores
En tan blanco valle, valle inmenso.
Cerbero se postrará ante poderosa figura,
Pero ya lo cruzaste, y ¡Oh Arán!
Caronte no te manda barca alguna.
Ya no abrumarás con tal pié ciclópeo al perrillo
adolescente
Y Eco no reproducirá tus hoscos ladridos de hielo.
Ya no recibirás a tan fiel amigo
Que creía inexpugnable tu escarpada cima de pelo.
Ya escarabajos y hormigas derriten tus nieves casi perpetuas,
En tu lecho de hierba, arena y tierra sienas.
¡Oh Arán! Siempre separados:
ayer por la puerta enrejada,
hoy por la muerte serena.
Huelva, noviembre de 1997
Enrique Adrados Maestre