PARA CUANDO NO ESTÉS
Para cuando no estés, yo tu amor acaparo,
más que nunca te beso, más intenso te amo,
y calmando mi sed en tus labios de miel,
con mis voraces manos, yo recorro tu piel.
Tú me dices: ¡Ya basta!... ¡por hoy es demasiado!,
y yo tan sordo insisto en lograr el pecado,
y se extingue tu voz, te delata el aliento,
de tu boca que clama por el salvaje encuentro.
Y te resistes tú, y lo consigo yo,
y el crujir de la cama revive la pasión,
me preguntas: ¿me amas?, yo respondo: ¿no ves?,
y hasta mi espalda abrazas con tus desnudos pies.
Y gritamos los dos en una sola voz,
y la oportuna brisa nos libra del sudor,
de dos cuerpos cansados de tanto contraer,
y susurro a tu oído... ¡¡¡Para cuando no estés!!!
Enmanuel